kamikaze
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CG: nm (U. t. en apos.)

CA: Segunda Guerra Mundial – Guerra del Pacífico.

CT: Revista de aeronáutica y astronáutica, número 423. Febrero 1976, Madrid.
Recientemente, la prensa española ha llevado a sus páginas, y T.V.E. a sus pantallas, la imagen y las declaraciones de un ex-piloto japonés, hoy empleado de un restaurante neoyorquino, considerándolo «el último ‘kamikaze‘». Según relata, Haruo Hirota salió para realizar su acción, a las seis de la mañana del veintiocho de abril de mil novecientos cuarenta y cinco. Al acercarse al objetivo, se deslizó, tranquilamente, desde el avión nodriza a la bomba volante «Oka» que estaba encargado de tripular. Notó que el aparato vibraba y el piloto le advirtió por el tubo de intercomunicación que el avión había sido tocado por un caza americano. Al notar la pérdida de control, Hirota dudó entre separarse del avión nodriza y lanzarse contra la Flota americana o esperar a llegar al mar. Dice: «Los barcos estaban lejos. Era imposible que tuviera éxito. Esperé hasta que el avión casi rozaba el mar». «Me lancé al agua… y perdí el conocimiento. Fui rescatado por un barco americano».

F: file:///Users/Fer/Downloads/raa_423%20(1).pdf, p. 132 (consulta: 21.11.2015)

DEF: Piloto japonés que tripulaba un avión cargado de explosivos con el que se lanzaba voluntariamente contra un objetivo militar.

F: DEA pp. 2756-2757 (vol. II); DUDEA(2001) p. 357; DLE (consulta: 15.11.2015); FCB.

N: 1. Del japonés 神 (Kami, ‘Dios’) y 風 (Kaze, ‘viento’), que significa ‘viento divino’.
2. La primera vez que aparece en un documento en español registrado por el CORDE es en 1972 (único resultado, en sentido figurado y contexto novelesco). Autor: Juan García Hortelano. Título: El gran momento de Mary Tribune. País: España. Tema: 12.Relato extenso novela y otras formas similares. Publicación: Grupo Zeta (Barcelona), 1999.
– 74 casos o resultados en el CREA, de los cuales solo unos pocos se aplican específicamente al ámbito del terrorismo. En este corpus se aprecia que los primeros documentos en los que la palabra kamikaze se asocia con el concepto de «terrorista» datan de la década de 1990 y suelen proceder de agencias de noticias.
– Como ‘camicace’ ningún resultado en el CORDE, pero sí en el CREA en el que hay 5 casos o resultados fechados entre 1994 y 2004 (uno aplicado a la conducción temeraria, uno a la conducción suicida o terrorista, uno aplicado al terrorismo, uno al patriotismo y otro en sentido figurado con temática teatral).
– Como ‘kamikaze’ ningún resultado en el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE), ni en el Diccionario crítico etimológico de Joan Corominas, ni en el Nuevo Diccionario Histórico del Español (NDHE) .
– Como ‘camicace’, ningún resultado en el Diccionario crítico etimológico de Joan Corominas, pero sí en el NTLLE:

  • Diccionario ACADEMIA USUAL de 1992.

3. La RAE propone 5 acepciones:

  1. m. Piloto suicida japonés que tripulaba un avión con explosivos con el que se lanzaba contra un objetivo.
  2. m. Avión pilotado por un kamikaze. U. t. en apos.
  3. m. y f. Persona que se juega la vida realizando una acción temeraria. U. t. en apos. Un conductor kamikaze.
  4. m. y f. Terrorista suicida.
  5. adj. Propio de un piloto o de una persona kamikaze.

4. Sobre la escritura de la palabra:

  • El Libro de Estilo Vocento (edición de 2003) de José Martínez de Sousa apuesta por kamikaze en cursiva.
  • El Diccionario de Dificultades del Español (edición de 2004) de Manuel Seco remite a ‘camicace’ cuando se busca la palabra ‘kamikaze’: Kamikaze era el avión japonés que se lanzaba en forma suicida sobre un objetivo enemigo durante la segunda Guerra Mundial. También se aplicó la palabra, como nombre y más como adjetivo, al piloto del avión. Actualmente se usa a menudo en sentido figurado. La Academia (DRAE, vigésima primera edición de 1992) propone escribirla en la forma camicace, aunque la grafía usual sigue siendo la originaria, kamikaze.
  • El DRAE en sus ediciones vigesimosegunda (2001) y vigesimotercera (2014) recoge la palabra con su grafía originaria y en redonda: kamikaze.

5. Historia de Japón – Periodo de Kamakura: La forma en la que terminó el segundo intento de invasión por parte de los mongoles no hizo sino acrecentar la creencia en una salvación divina que ya se había dado tras el primer intento, con religiosos como Nichiren (1222-1282) atribuyéndose el mérito de la victoria japonesa debido a sus plegarias a los dioses.
Después de estos dos intentos fallidos, los mongoles no volvieron nunca. Kublai Khan organizó en 1283 un nuevo ministerio para planear un tercer intento de invasión, pero la operación tuvo que ir aplazándose por asuntos más urgentes, como la conquista del sureste asiático en las que zonas como Vietnam, Birmania o Java acabaron sometiéndose como vasallos; para cuando pudo volver a poner la mirada en Japón, ya era demasiado tarde para él, el Gran Khan murió en 1294.
Con estos episodios, quedó demostrado que Japón era sin duda el país de los dioses, puesto que no podía explicarse de otra forma cómo la llegada del viento divino les había librado de dos invasiones. Así pues, no es de extrañar que cuando el país estuvo a punto de ser invadido nuevamente por un enemigo exterior, unos 700 años más tarde, se bautizase a una de sus estrategias militares, la más desesperada, justamente con ese nombre: «viento divino», en japonés, kamikaze.
6. Como curiosidad, cabe señalar que la idea de los «pilotos kamikaze» no la inventaron los japoneses, sino los italianos varios años antes de la Segunda Guerra Mundial. Todo ocurrió en 1935 cuando la Italia fascista de Benito Mussolini invadió Etiopía y como respuesta a esta agresión el Reino Unido envió al Mar Rojo una escuadra de buques de guerra con misión intimidatoria. A pesar de que finalmente no se produjo ningún conflicto entre ambas naciones, durante aquellos días de gran tensión el propio Duce propuso la creación del Cuerpo de Aparatos Suicidas, un escuadrón encargado de estrellar sus aviones contra los barcos ingleses a sabiendas de que un enfrentamiento naval contra la Marina Real Británica (Royal Navy) hubiese sido catastrófico.
7. La escuadrilla de pilotos japoneses Kamikaze se llamaba, para ser más precisos, Kamikaze Tokubetsu Tokkoutai (Escuadrilla de viento divino con misión especial de ataque) que se familiarizó entre la población, mediante la propaganda de los medios de comunicación, como Kamikaze Tokkoutai o más sencillamente Kamikaze.
8. A los kamikaze, se les llamó «crisantemos flotantes», ya que la constitución de este cuerpo de ataque, se dictó en el mismo momento en que nacen los primeros crisantemos.
9. No deberíamos abusar de la palabra kamikaze para expresar cualquier acción temeraria en la que una(s) persona(s) se juega(n) la vida y la de los demás, y menos considerarla sinónima de «terrorista suicida», expresión que no se ajusta en absoluto a la realidad del concepto japonés original.
Siempre podremos encontrar mejores opciones en función del registro de lengua y el contexto: ‘conductor temerario’, ‘loco al volante’, ‘piloto suicida’, ‘piloto terrorista’, ‘terrorista suicida’, ‘terrorista aéreo’, ‘bomba humana’, entre otras posibilidades de traducción.
Respecto al sintagma utilizado por la Academia, avión suicida y, por extensión, piloto suicida, José Martínez de Sousa señala que sería más apropiado hablar de ‘avión homicida’ y ‘piloto homicida’, puesto que lo que se persigue en estos casos no es la propia destrucción, sino la del contrario. Por ejemplo, los conductores que circulan en carreteras, autopistas o autovías en dirección contraria a la propia del carril que ocupan no son tanto suicidas cuanto homicidas. De hecho, en muchos casos ellos quedan con vida y sus víctimas mueren.
10. Interrelación cultural: Cabe destacar, entre otras muchas obras, los libros Kamikazes: los pilotos suicidas japoneses en la Segunda Guerra Mundial (2002) de Albert Axell y Hideaki Kase, No esperamos volver vivos: testimonios de kamikazes y soldados japoneses (2015) de autores varios y las películas El arpa birmana (Biruma no tategoto), dirigida por Kon Ichikawa en 1956, Feliz Navidad, Mr. Lawrence (Senjo no Merry Christmas), dirigida por Nagisa Oshima en 1983 y Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima), dirigida por Clint Eastwood en 2006.

F: 1. ED ‘JIRIN21’ (1993) p. 423; DLE (consulta: 15.11.2015). 2. CORDE y CREA (consulta: 16.11.2015); NTLLE (consulta: 23.11.2015). 3. DLE (consulta: 15.11.2015). 4. DDMS1 p. 94 (camicace) y p. 271 (kamikaze); VOCENTO p. 223 y p. 340; DLE (consulta: 22.11.2015). 5. HJ – http://goo.gl/dfFofp (consulta: 15.11.2015). 6. EURASIA 1945 – http://goo.gl/3lVLWd (consulta: 15.11.2015). 7. CASA ASIA – http://goo.gl/WGHvHv (consulta: 15.11.2015); JC (consulta: 20.11.2015). 8. CIPANGO – https://goo.gl/9lbONn (consulta: 21.11.2015). 9. Diccionario de clase (consulta: 15.11.2015); DUDEA (2008) p. 407; FCB. 10. CDL – http://goo.gl/6e1pBc (consulta: 21.11.2015); CDL – http://goo.gl/ArQRlS (consulta: 21.11.2015); ELPAÍS – http://goo.gl/6OpaFm (consulta: 16.11.2015).

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